Los derechos individuales no se someten a votación pública; una mayoría no tiene derecho a eliminar por votación los derechos de una minoría; la función política de los derechos es precisamente proteger a las minorías de la opresión de las mayorías (y la minoría más pequeña de la tierra es el individuo).
Cada hombre construye su mundo a su imagen y semejanza. Tiene el poder de elegir, pero no el de escapar a la necesidad de elegir.
La civilización es el progreso hacia una sociedad de privacidad. Toda la existencia del salvaje es pública, regida por las leyes de su tribu. La civilización es el proceso de liberar al hombre del hombre.
El dinero es sólo una herramienta. Te llevará donde quieras, pero no te sustituirá como conductor.
La cuestión no es quién me lo va a permitir, sino quién me lo va a impedir.
La fuerza y la mente son opuestas; la moralidad termina donde empieza un arma.
Juro, por mi vida y mi amor a ella, que nunca viviré por el bien de otro hombre, ni pediré a otro hombre que viva por el mío.
La razón no es automática. Los que la niegan no pueden ser conquistados por ella. No cuentes con ellos. Déjelos en paz.
El logro de tu felicidad es el único propósito moral de tu vida, y esa felicidad, no el dolor o la autoindulgencia sin sentido, es la prueba de tu integridad moral, ya que es la prueba y el resultado de tu lealtad al logro de tus valores.
La verdad no es para todos los hombres, sino sólo para los que la buscan.
Nos acercamos rápidamente a la etapa de la inversión definitiva: la etapa en la que el gobierno es libre de hacer lo que le plazca, mientras que los ciudadanos sólo pueden actuar con permiso; que es la etapa de los períodos más oscuros de la historia humana, la etapa del gobierno por la fuerza bruta.
Un hombre creativo está motivado por el deseo de conseguir logros, no por el deseo de vencer a los demás.