Robert Kennedy

Ayer luchábamos en guerras que destruían ciudades. Hoy, nos preocupa evitar una guerra que destruya la Tierra. Podemos adaptar la energía atómica para producir electricidad y mover barcos, pero ¿podemos controlar su uso con ira?

Nuestros científicos lidian con las dificultades de poner un hombre en la luna, pero la preocupación inmediata de nuestra sociedad es si hombres de diferentes razas pueden sentarse juntos en un mostrador a comer.

Es fácil pasar por alto la importancia de los jóvenes en los países subdesarrollados. Lo natural es que las naciones, los diplomáticos y los editores de periódicos se dirijan al orden establecido. Buscar a los jóvenes requiere un esfuerzo consciente.

Sabemos que la libertad tiene muchas dimensiones. Es el derecho del hombre que labra la tierra a poseerla; el derecho de los trabajadores a unirse para buscar mejores condiciones de trabajo; el derecho de los empresarios a utilizar el ingenio y la previsión para producir y distribuir sin interferencias arbitrarias en una economía verdaderamente competitiva.

La relación última entre justicia y derecho será un tema eterno de especulación y análisis. Pero puede decirse que, en una sociedad democrática, el derecho es la forma que los hombres libres dan a la justicia.