Sea cual sea tu misión, ten alguna noción en la cabeza. OlvÃdate del modelo, ya sea gubernamental, sin ánimo de lucro o con ánimo de lucro. Hazte la pregunta más importante: ¿Está mi misión mejorando el mundo? ¿Estás seguro de ello? Procura desconfirmarlo todo el tiempo. Y si puedes, cambia de misión.