Robert Kennedy

La gloria de la justicia y la majestad de la ley no son creadas sólo por la Constitución – ni por los tribunales – ni por los funcionarios de la ley – ni por los abogados – sino por los hombres y mujeres que constituyen nuestra sociedad – que son los protectores de la ley como ellos mismos son protegidos por la ley.

Sólo los que se atreven a fracasar mucho pueden conseguir mucho.

Cada vez que un hombre defiende un ideal, o actúa para mejorar la suerte de los demás, o arremete contra la injusticia, envía una pequeña onda de esperanza, y cruzándose entre sí desde un millón de centros diferentes de energía y audacia, esas ondas construyen una corriente que puede derribar los más poderosos muros de opresión y resistencia.

La tragedia es una herramienta para que los vivos adquieran sabiduría, no una guía para vivir.

Uno de los principales propósitos de la civilización -y sin duda su principal fortaleza- es la garantía de que la vida familiar pueda florecer en unidad, paz y orden.